El partido estuvo cargado de tensión. Los croatas eran uno más en la pista por el apoyo de su afición y llevaron siempre la iniciativa y de hecho, el marcador les sonreía al descanso (11-12). Una mínima renta que no se encargó de consolidar en los minutos posteriores pues el colapso que sufrieron acabó por enterrar todas sus opciones. Corría el minuto 42 (16-17) y los croatas no se imaginaban que el parcial en los 18 minutos restantes sería de 8-2. Una auténtica apisonadora les había pasado por encima para llevarse 'su' Mundial y cerrar un ciclo de oro. Francia venció a Croacia, pero también a todos los pronósticos.
Por su parte, el bronce en este Mundial correspondió a Polonia, que evitó que Dinamarca se volviera a repetir metal tras imponerse por 23-31 en un partido sin mucha historia. Los polacos, con un gran Karol Bielecki (10 goles) no dieron opciones a los daneses, donde destacó Mikkel Hansen (10).
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